domingo, 12 de septiembre de 2010

Bien recordado

Después de muchos años, logré verle la cara a algunos hermanos en fe de la parroquia San Isidro Labrador en Capira.
Esto fue el pasado martes, lamentablemente para el sepelio de Reynel González, un capireño que desde que le conocí siempre estuvo dispuesto a servir.
Aunque no tuve una amistad estrecha hacia su persona, sé que muchas tempestades le rodearon por cumplir con ese compromiso de agradar a Dios, pero sin duda no vaciló en decirle sí a los designios del Creador. Por fortuna, Dios lo bendijo con la oportunidad de realizar los sacramentos, entre ellos, el matrimonio, acto que todavía es muy recordado, y que dentro de poco cumpliría dos años.
Su esposa, Eyra, sabe y hoy se goza de los momentos maravillosos que compartió con Reynel, aquel que sus amigos lo indentificaban por conducir un carrito rojo en las calles capireñas. Otros residentes simplemente decían: "Él es de la iglesia".
Tal como lo decía el sacerdote que presidió aquella misa: "Reynel supo responder". En fin, tuvo un modelo de vida, que hay que reconocer.
Todavía, antes de misa, recordaba con otros jóvenes sus carcajadas y las bromas de este cristiano de baja estatura, pero con una gran capacidad de entrega a la fe católica.
Allí nos decíamos: "Allá debe estar tranquilo riéndose de los que quedamos en Capira y de las cosas que siguen pasando". Pues Reynel era así, muy asertivo.
Al final, cuando abrieron su féretro y muchos se soltaron en llanto, me pregunté: ¿Cómo queremos ser recordados?
Hoy me despierto y doy gracias a Dios por vivir un día más, pero queda en cada uno de nosotros forjar la manera en que queremos ser recordados. ¿Cuáles son las cosas que nos hacen ser realmente grandes?
didier.gil@epasa.com

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