Didier Hernán Gil | DIAaDIA
Siempre he tenido admiración por las personas con discapacidad. Como periodista, me ha tocado escribir, entrevistar y convivir con estos ciudadanos admirables y sus familiares. No dejan de asombrarme sus capacidades.
El pasado jueves concluyó una exposición fotográfica denominada: "Soy un ciudadano del mundo", organizada por la Fundación Laboral de Jóvenes con Discapacidad (FL-JADIS), que estuvo en las antiguas instalaciones del Museo Reina Torres de Araúz. Créanme que me volví a deleitar con cada pieza que pude observar, pero especialmente por el mensaje que floreció con esta iniciativa.
"Si soy de Mongolia, soy mongol. Si soy de Panamá, soy panameño". Así de clarito es la intención de este escrito. Llamémoslos como se merecen. Ellos son otros panameños con un nombre y una nacionalidad.
Haber nacido con síndrome de Dawn no es una enfermedad, es una condición, igual tienen muchas habilidades, pero necesitan del apoyo de sus familiares y el tuyo para poder desarrollarse. Por todo lo anterior, basta ya de usar el término "mongólico" o "mongolito", pues para sus familiares esto sigue siendo una discriminación. Para nadie es un secreto que se utiliza este concepto para referirse a tonto, pero es todo lo contrario, tienen mucho talento, son protagonistas de sus propias vidas y de forma productiva.
Mis respetos para todos ellos. didier.gil@epasa.com
miércoles, 13 de abril de 2011
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