sábado, 20 de noviembre de 2010

A lo Santamaría



DIDIER HERNÁN GIL/PANAMÁ.


Desde que inicié mi vida como reportero, hubo alguien que me tendió la mano para ganar experiencia. Claro, ese fue un impulso, pues el resto es talento personal. Y no lo digo para vanagloriarme, sino porque he aprendido que en la vida alguien te inspira a hacer cosas fuera de serie, vivencias que te hacen experimentar lo que es tener vocación. En este caso, en el periodismo.

Llegué a una sala de redacción con temor a los muertos, pero ya los he visto en muchas modalidades. De ellos, me tocó escribir, compartir duras experiencias con sus familiares e, incluso, su rechazo o insultos. Aunque también, en ocasiones, el agradecimiento de aquel doliente que al leer sobre las virtudes de su familiar se sintió aliviado en aquellos días de aflicción. Es por eso que hoy traigo a colación a mi amigo, hermano y fotógrafo Alexander Omar Santamaría, con quien en su auto llamado "la lechuza" viví gratos momentos cubriendo notas de crónica roja y las comunitarias en la capital.

A este personaje le dedico este espacio, por su solidaridad, sinceridad y exhortaciones.

Alguien le dijo una vez: "¡Cómo tú te vas a ganar un premio si ni siquiera has ido a la universidad!" Aunque ya ha sido premiado, muy optimista le respondió: "Sí he ido, y muchas veces, pero a hacer caritas", refiriéndose a tomar fotos de encuestas.

Ese es el Santamaría al que en mi trabajo de graduación agradecí, con el que he compartido múltiples coberturas de desastres e incluso viajado al exterior a representar a la empresa para la que laboramos. A este profesional de la foto es digno reconocerle todo lo que él ha aprendido y compartido sabiamente en la universidad de la vida.

Allí también hay talento, pues muchos pueden coleccionar títulos académicos, sin embargo, carecen de humildad y se ahogan en el egocentrismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario