martes, 30 de noviembre de 2010

LO QUE NO SE HABÍA DICHO DE ESTE CASO


SON PUNTOS CONCRETOS QUE NO SE DIVULGARON EN LOS MEDIOS

Debo admitir que me gustó mucho el libro "Volveré a abrazarte, Mónica", la niña que fue raptada en febrero del 2003, en Llano Bonito de Arraiján. Saca lágrimas a quienes se identifican con su caso. Cuando lo lean me echarán un cuento.
Quien lo escribe, su madre, logra una empatía que invita a leerlo, sin embargo al analizar sus páginas se percibe un halo de misterio cuando se limita a mencionar a los medios que le ayudaron. Desconozco qué pasó a niveles personales entre la periodistas que laboraba para DIAaDIA, y que cubrió la noticia, por un tiempo, y ella, pero a mi parecer nos deja mal como diario. No les voy a contar qué dicen para que lean y saquen sus propias conclusiones.
Me permito, de la lectura, compartir con ustedes algunos detalles que nunca los vi en los medios y que me parecen justo conocer de esta amarga experiencia que viven los Serranos.


-Mónica Serrano, madre, quiso suicidarse, lanzándose del puente de las Américas. En su libro cuenta que un ángel, una señora Rosa la identificó, y argumentando quedarse sin dinero, al transitar hacia el puente, le dieron el bote hasta cerca de su casa, por lo que desistió de la idea.

-Mónica Serrano, en su desesperación, en vista de que las investigaciones apuntaban a que su esposo tenía que ver en la desapación de su pequeña, de ñapa se entera que supuestamente una mujer estaba embarazada de él. Al enterarse de esto, ella le pidió un arma a un amigo, el cual no cedió a su petición, pero sí le dio dos trompadas a su esposo cerca de un local en la Transístmica. El público observó estas escenas.

-En la búsqueda y quizás, porque las autoridades de turno, esta familia tocó las puertas de todos los ministerios, pero la mayoría sólo le ofreció el silencio, a la señora Mónica se le ocurre hacer un escándalo el día en que se eligiría en Panamá a la reina de Miss Mundo. Eso sí hubiera sido otra noticia. ¿Se imaginan esto? Pensó comprar un boleto para especialmente hacer ese escándalo mundial, ella asegura que sus amigos no la secundaron con esta idea, pero afirma que si hubiera conseguido el boleto, lo haría.

-En la redacción de este libro considero importante que esta madre desesperada llegó a expresar a la ex mandataria de Panamá, Mireya Moscoso, que tal vez no le ayudaba a buscar a su hija, porque Moscoso no sabía lo que es parir. Así se describe en la lectura de este libro.

-Al ex Presidente Martín Torrijos lamenta que usara el nombre de su hija para el periodo de campaña electoral, pero en cuanto a seguridad, en el tema que nos ocupa, fue "más de lo mismo".

-A la ex ministra de Vivienda y candidata presidencial Balbina Herrera la tilda con una doble moral... pues al parecer el apoyo en su ministerio fue escaso a lo que esta familia esperaba.
-En esta obra se cuenta que Mónica Serrano, madre, se hizo pasar por buhonera en las casas de Farrallón, cerca del Decámeron para descartar que su hija estuviera en una de esas casas.

-Esta señora fue víctima de santeros, charlatanes, y otros mentirosos. Viajó a Bogotá, República Dominicana y Haití para consultar a santeros y otras hierbas sobre el paredero de su hija, pero regresó con un descontento mayor.

-Entre los tragos amargos que pasó estuvo el tener que vestirse de prostituta de Dominicana para pasar la frontera en Haití. Lo logró, pero con volvió a Panamá con la moral por el suelo. Hasta se tuvo que desnudar ante los policías de la frontera en Haití, quienes la trataron de "zorra".

-En Panamá, en la búsqueda se metió en áreas consideradas como zonas rojas, pero lo que consiguió fue hacer amistades con "maleantes", que le asistieron conociendo de su caso. ¡Qué curioso! Ella pensó que le darían información y que su vida corría peligro, pero estos hasta la ayudaron a recorrer aquellos barrios. Mire pues...


Estos son algunos de los puntos que hoy son nuevos para mí en este caso. Lo cierto es que viene una segunda parte del libro. Al menos se deja entrever en este libro que sólo un brujo en Haití y Sai Baba le dijeron que su hija la volverá a ver, pero ya cuando está grande...

Didier Hernán Gil-Periodista

sábado, 20 de noviembre de 2010

A lo Santamaría



DIDIER HERNÁN GIL/PANAMÁ.


Desde que inicié mi vida como reportero, hubo alguien que me tendió la mano para ganar experiencia. Claro, ese fue un impulso, pues el resto es talento personal. Y no lo digo para vanagloriarme, sino porque he aprendido que en la vida alguien te inspira a hacer cosas fuera de serie, vivencias que te hacen experimentar lo que es tener vocación. En este caso, en el periodismo.

Llegué a una sala de redacción con temor a los muertos, pero ya los he visto en muchas modalidades. De ellos, me tocó escribir, compartir duras experiencias con sus familiares e, incluso, su rechazo o insultos. Aunque también, en ocasiones, el agradecimiento de aquel doliente que al leer sobre las virtudes de su familiar se sintió aliviado en aquellos días de aflicción. Es por eso que hoy traigo a colación a mi amigo, hermano y fotógrafo Alexander Omar Santamaría, con quien en su auto llamado "la lechuza" viví gratos momentos cubriendo notas de crónica roja y las comunitarias en la capital.

A este personaje le dedico este espacio, por su solidaridad, sinceridad y exhortaciones.

Alguien le dijo una vez: "¡Cómo tú te vas a ganar un premio si ni siquiera has ido a la universidad!" Aunque ya ha sido premiado, muy optimista le respondió: "Sí he ido, y muchas veces, pero a hacer caritas", refiriéndose a tomar fotos de encuestas.

Ese es el Santamaría al que en mi trabajo de graduación agradecí, con el que he compartido múltiples coberturas de desastres e incluso viajado al exterior a representar a la empresa para la que laboramos. A este profesional de la foto es digno reconocerle todo lo que él ha aprendido y compartido sabiamente en la universidad de la vida.

Allí también hay talento, pues muchos pueden coleccionar títulos académicos, sin embargo, carecen de humildad y se ahogan en el egocentrismo.


lunes, 8 de noviembre de 2010

En victoria


No sé si les ha pasado, pero como creyente en Cristo, y en su palabra, me han ocurrido cosas que me siguen sorprendiendo. Generalmente, el ciudadano común cuando le suceden experiencias maravillosas, lo primero que dice es que son casualidades de la vida. Pero no, siempre llego a la conclusión de que así Dios lo tenía planeado para ti.


Hace poco falleció uno de mis tíos. Aquella noche mi celular registró, cuando nunca, 47 llamadas perdidas, pero como estaba en silencio, no me percaté de esas alertas hasta el día siguiente. Hasta que se me erizó el cuerpo cuando vi que era mi madre quien me llamaba e inmediatamente pensé que no era nada bueno. Fue duro enterarme de la tragedia y admitir aquella pérdida física. El día comenzaba. No obstante, tenía el compromiso con un programa de la Iglesia y asistí, pues sabía que debía cumplir con esa misión que me había dado Dios.

Terminé esa jornada y adicionalmente me tocaba trabajar en la tarde y parte de la noche. Aunado a esto, me había comprometido a transcribirle un plan de negocios a una amiga, teniendo en cuenta que elaborar mi proyecto me tomó unas cinco horas. En fin, para hacer todas esas cosas tenía que agregar horas a mi día. Sepan que lo dejé todo en manos de Dios y seguí con mi rutina del día. Créanme que me alcanzó el tiempo y cumplí con todos mis deberes. Terminé antes de lo estimado. ¿Qué pasó? No lo sé. Sólo reconozco que quien trabaja para Dios siempre anda en victoria.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Enaltece su sitial


DIDIER HERNÁN GIL G.-/PANAMÁ

Hace poco estuve sacando unas copias en una farmacia de la ciudad y cuando entré me dio una nostalgia escuchar música de Navidad. Aclaro que esta es para mí la fecha más importante de fin de año, porque es el nacimiento del Redentor del mundo. Es un tiempo para estar en casa de mi familia y la eché de menos en ese momento. Miré cómo trabaja la mente y la habilidad de los comerciantes.

Pero, luego de atiborrar mi mente de música instrumental navideña me dije, pero si apenas es octubre. Al salir de aquella farmacia refrigerada, miré a ambos lados y caí en cuenta de que lo que se acercaba era el mes de la Patria. Sin embargo, noté que hay pocos adornos alusivos a las efemérides. Frente a esta realidad, me cuestioné cómo es que siendo panameños, a sabiendas de que se luchó por alcanzar la soberanía, que incluso hubo sangre y muertos para que ondeara la bandera tricolor en la antigua Zona del Canal, entre otras gestas patrióticas, en nuestros días, nos preocupemos más por las fiestas de fin de año. No es que sean menos importantes, pero las efemérides patrias deberían tener un sitial de supremacía en cada panameño.

Es nuestro país el que está de fiesta. Es Panamá, la tierra que te vio nacer, la que crece y merece un mayor aprecio de tu parte. Eso es memorable. Eso nos hace realmente grandes. Seamos agradecidos.